La Arquitectura Pasiva se basa en el diseño de construcciones que aprovechan las energías y el clima del entorno, para conseguir el confort interior sin necesidad de utilizar fuentes Activas de calefacción o refrigeración.
Hasta hace poco tiempo, la Arquitectura Pasiva estaba confinada a la realización de proyectos pequeños, viviendas unifamiliares, por lo general para personas que están concienciadas en temas ecológicos y que buscan, para su casa, un tipo de construcción eficiente energéticamente, salubre, cómoda y realizada con materiales naturales.
Aunque es un sector constructivo creciente por la concientización de la población, siempre acaba por considerarse como un sistema “elitista”, o lo que es más grave, un sistema constructivo que “no funciona” para tipos de edificios no-residenciales o para edificios grandes. Esto último, se ha pretendido cambiar en los últimos años, haciendo estudios y análisis, cuyos resultados permitan aplicar estos conceptos a la construcción de edificaciones más grandes
Gracias al aprovechamiento de los sistemas pasivos conseguimos llegar fácilmente a un ahorro energético de un 75% respecto de una vivienda tradicional. Esto es la base para conseguir una vivienda pasiva.